En cada hemisferio de la Tierra vivimos y representamos las fiestas de forma diferente, pero hay aspectos que no cambian. Las fiestas son los puntos culminantes de cada estación. La celebración de las estaciones es una forma de apreciar los acontecimienos naturales a lo largo del año.
Las fiestas estacionales van atándose como las piedras de un collar, creando un ritmo anual que aporta seguridad al niño.
En la repetición del ciclo anual la criatura va adquiriendo un ritmo que lo va enraizando a las tradiciones culturales del lugar en el que vive y, al mismo tiempo, lo hace observador de lo que pasa en la atmósfera y en la naturaleza.
Esta relación abrirá al niño hacia la sorpresa, la admiración y el respeto profundo por su entorno natural, uniéndose a él.
Crear una mesa de estación es una buena manera de seguir este ciclo anual. A los niños les gusta tener un lugar reservado para dipositar sus tesoros. Todos los objetos que descubren en la tierra, en un paseo o en sus juegos son mostrados y valorados, en lugar de quedarse en los bolsillos o perderse.
Este rincón es especialmente importante para los niños de hoy, pues a través de él pueden mantener el contacto con la naturaleza y observar los cambios de estación.
Siempre tiene que ser el mismo rincón, con espacio para poner los objetos y una pared detrás para poder enganchar telas o reproducciones.
En las mesas de estación pondremos una representación de los diferentes reinos: el mineral (con alguna piedra preciosa), el vegetal (con alguna planta), el animal (con algún objeto o vela) y el humano (con nins de pie, muñecos o alguna postal). También se pueden colgar cosas del techo: estrellas, pájaros, mariposas...
Este espacio reflejará lo que está pasando en la naturaleza. También puede servir de punto de encuentro cuando realizemos alguna fiesta.
Las mesas de estación son, además, un lugar ideal para colocar un cuento del momento.
Pero, ¿cuál es el cuento perfecto para la mesa de estación?
El cuento para la mesa de estación tiene que tener unas características básicas:
1. Ser un cuento de naturaleza.
2. Contener imágenes del momento.
3. Su mensaje tiene que transmitir los valores propios de la estación.
4. Sus colores y tonalidades tienen que reflejar la esencia de la estación.
Si deseas saber más sobre el ciclo de las estaciones y las herramientas para compartir con los niños este fenómeno maravilloso y lleno de aprendizajes, el Cuaderno Pedagógico Campanada (que en estos momentos tiene el precio muy reducido), número 1, habla de ello. Puedes echarle un ojo, aquí.
Fuente: "Cuaderno Pedagógico Campanada: Una mirada desde la educación Waldorf para familias, maestros y niños", número 1: "Las cuatro estaciones", ING Edicions.